martes, 24 de diciembre de 2019

El debut como docente



Bueno, después de llorar, como una estúpida, sino me da cáncer otra vez. Les quiero contar que fui discriminada por ser renga, disca, otra vez el sistema educativo escupe en mi cara.
Todo comenzó cuando me quedé sin horas en la escuela  pública. Sólo tengo un curso y, como aún el listado 108b no abrió y el alquiler se paga todos los meses, comencé a tirar cv en escuelas privadas.
Apareció Universitas y me dio el oc. Me llamó, me ofreció dos cursos y les encantaba mi cv. “Que chica estudiosa, oh cuanta brishantez”, decían las directoras. Me dijeron que vaya para tener una charla con ellas un rato antes de mi primera clase. El curso era mío. Una parte de mis problemas económicos parecían aliviarse. Todo era claro y luminoso, hasta que, llegó la oscuridad -o salió gregorio samsa de su habitación, como me gusta decir- porque, cuando llegué al lugar, me vieron y no sabían qué decir o qué hacer. Yo saludé y sentí su incomodidad, cosa que pasa SIEMPRE, así que mucho no me preocupé.
Una secretaria me miró fijo y pronunció "NO VA A PODER SER". Sin entender pregunté ¿por qué? En mi mente, aparecían las frases: si había estudiado bien, tenía todo en orden, el cuil, el dni, soy ciudadana, me dan los horarios, y el porcentaje de la carrera. Y soy buena profe, tengo años de experiencia. Muchos. Me dijeron que mi cv era más que suficiente. Me dijeron que los cursos eran para mí. Pero, cuando me tuvieron de frente, me dijeron que esperara sentada en un pasillo. 
Llamaron a la secretaria, a la otra directora, a la representante legal, armaron un circo donde yo parecía el freak, el fenómeno a observar, estudiar y aborrecer. Me metieron en un despacho con ellas, me decían que eran inclusivas pero que no podían aceptarme. Insistí, porque me parecía injusto. Recordé que en otras escuelas públicas también me había pasado, y tuve que pelear. Siempre tengo que pelear. Es un poco cansador esto de tener que pelear todo el tiempo. Pelear cada cosa, cada espacio, cada derecho que me corresponde. También reflexioné una frase que escuché por ahí: si sos bola y tenes un título podes ser respetado, lo cual es mentira, y si sos una persona con discapacidad, y tenes un título, conocimientos, podes ser tomado en cuenta, otra gran mentira. No, nada de eso. Todo el tiempo es pelear, desde la pobreza y desde la discapacidad. Y cansa.
Lo que ocurrió en esa oficina, en ese circo, es que me humillaron, me hicieron sentir menos que una persona, me expusieron como si fuera un fenómeno, una freak. Las excusas fueron varias: no poder bajar el curso, no poder arreglar el ascensor, que los alumnos también tienen derechos y no van a querer bajar a planta baja, que si ellos se amotinan en el salón no podés dar la clase. No podían hacer nada por mí, pero eran inclusivas. No me estaban discriminando, solo no me daban el trabajo porque era discapacitada.  AHRE
Ah, y esto les va a encantar. Me dieron consejos. Sí, consejos. Porque además de discapacitada, soy pelotuda: "para la próxima pone en el cv que tenes una discapacidad, así nos ahorramos esto, porque nosotras seguro te íbamos a llamar. Porque somos inclusivas"
Yo pensé muchas cosas. La educación para mí es otra cosa, es ir estudiar mucho, llevar literatura, pensar, pensarnos, en esta sociedad del orto. La educación, para mí, es pensar. Pero, también, la educación es un trabajo, un oficio. Mi trabajo y mi oficio. Tengo necesidades, debo pagar el alquiler, los servicios, comer, vestirme, me gusta tomarme una birra con amigues o ir al cine o pagar la suscripción de Netflix para viciar con Vis a Vis. Y para eso necesito trabajar. No quiero creer, pensar y vivir en un mundo que me hace sentir que estudié tanto, pero tanto, al pedo, y donde mi pierna resalta más que mis capacidades intelectuales. Que al ser pobre y discapacitada tenga que pelear por todo, pero así, peleando, estoy a 1 materia de recibirme de la carrera más larga de la historia. Y que, a pesar de todo, amo la literatura y enseñar; que el mundo es mega injusto con lxs trans, con lxs discas, con lxs negros, con los caídos del catre. Con nosotres. Pero, que las disfrazo de ironía, chistes, y sigo adelante. Por eso ya lloré, ahora planeo mi justicia: escrache público, y cosas legales, porque sigo siendo una disca con derechos y con inteligencia para romper todo.


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Una especie de presentación.

“No hay una construcción posible en soledad” Mi nombre es ayito y soy disca. O, técnicamente hablando persona con discapacidad. ...