lunes, 31 de julio de 2017

La matrix

Te compré un regalo, escribe Manuel en el wasap. Trabajó, almorzó y pensó en hacer un buen gesto, por qué no lo sabremos jamás. Sin embargo, le avisó y la invitó a tomar un café para charlar y darle un regalo por su cumpleaños. 
Hola, tanto tiempo. 
Hola, cómo estas?
No se.. bien supongo. Y eso? es el regalo? 
mmm eso no te lo diré...
Ambos rien, porque saben sobre la referencia de los simpson. Buscan un sitio acorde a ellos, no encuentran, son demasiado raros para esa cervecería, aparte querían café. Caminan y entran a una super cheta. Magaly comienza a reirse porque a la moza hay que llamarla con un botón que esta pegado a la mesa;Manuel hace un chiste sobre Macri... ella ríe. Es una montaña rusa de sentimientos. Rie y llora al mismo tiempo. Lo quiere y lo detesta, esto ultimo porque la hace sufrir, pero ella sabe que es sin darse cuenta. Le da el regalo, antes hace un preámbulo, y le explica que lo pensó porque ahora estas buscando tu lugar y nada quería darte algo que te sea útil. Saca el envoltorio y es una super olla, a Magaly le encanta no porque sea la olla, sino porque conoce, es decir LO conoce. Para él salir de su casa pensar un regalo e ir hasta el lugar, es un gran esfuerzo que ella siempre valoró. No se porqué. 
Lo abraza, lo siente y le agradece. Piden lemon pie, su postre favorito. Ellos tienen un millon de listas de cosas en común;  para todos aquellos que dicen que en el amor hay que tener ese millon de listas de cosas en común, es mentira. ¿Porque?  y porque él no la quiere, de hecho ese día le confesó que nunca la quiso realmente. ¿cómo? 
- No se, es como que acepté ser tu novio por miedo a quedarme solo. Vos sabes...
Magaly no sabe nada, sólo sintió en su pechito una lluvia de cristales oscuros cayéndose dentro de si, y esto impactó y explotó en una lagrima que corría lentamente por su mejilla derecha. Muchas imágenes se presentaron frente a ella, y la imagen de Manuel flotaba en el aire hecha trizas. 
Sólo agregó una mueca se limpió los ojos, y agregó.
-Vamos? 



Siente, siente, siente y siente. Quién es Manuel? Por qué me hace eso? por qué me dice estas cosas? Cual es el objetivo? Viví una mentira, dentro de una mentira, y ahora cómo sigo? cómo sigue mi vida? Dijo que sí;  porque soy así fuerte, dedicada, amorosa, compañera, por cosas positivas sólo dijo si? y si hubiera sido mala? qué es el amor entonces? creí que era algo así, como tenemos bocha de cosas en común y nos reímos de las cosas que nos pasan, y tratar de sobrevivir al mundo, porque sabías que tengo miedo. Sabes toda mi historia, y aún así sos el malo, estas de su lado. Pero estoy condenada a saber la verdá de todo, antes de querer saberla. Quizás es una pesadilla, o un sueño antes de morir. Me gustaria despertar y mirar hacia los lados, y encontrar eso que aún no encuentro. No me encuentro,  qué quiero y para qué lo quiero?

La gata le ronronea en la cabeza, ella intenta dormir, descansar mientras sus cavilaciones se van apagando lentamente. Desea no despertar. El pechito le duele, esa sensación no se agota más....

lunes, 3 de julio de 2017

La Nuit N'en Finit Plus

vuelo, volveré, vuelvo, volví.  Tengo listas interminables de cosas favoritas, estoy con ataques, no se el miedo invade otra vez el presente. La muerte vuelve a hacerse presente, el pasado, esa risa que se escucha a lo lejos... Vamos, si vos podes, aunque se nota que tenes un agujero ahí en el pecho, no se tapa con nada ya. Pero,  cuando te conocí no eras cool, ahora porqué sos así? porqué? te cuesta tanto quererme como antes ? no te alcanzo? nunca te llené, siempre fui una carga.
Magali se encuentra sentada en la parada del norte, no tiene objetivos concretos, lo malo ya pasó... pero la caja se abre otra vez, los sueños son constantes. Manuel dónde estas? no quiero eso, antes cuando eras un desclazado, un don nadie, yo te completaba o compartíamos eso, o capaz no. Y yo lo soñé, mañana serás un abogado o un contador y seguro no te reconozca. Te acordas cuando vos me llevabas en el canasto de la Bici, quisiera volver atrás, quisiera comprar la maquina del tiempo, me odio. No se que más hacer.
Escucha canciones de la radio, en todos los supermercados chinos. No puede tener amor propio, le cuesta mucho, parece un parásito, debe vivir para los demás. No sabe. Lo admira, sabe que jamás volverán, quiere que la adopte así el cambio no es tan brusco, quiere sentirse elegida. Quiere tener una familia, quiere sentirse bien. Lucha mucho. Todos los días. Engaña y se engaña. ¿cómo puede ser ?

lunes, 22 de mayo de 2017

Esa casa sí que era mi lujo.

A Magalí le encanta sentirse enamorada. No cree en dios. Sin embargo quiere creer en algo. Nació sin creer en nada; gritó; alguien le pegó y se encontró con un otro. Fue su primer encuentro con ella misma sin conciencia o con ella, no sabemos aún. Ella cree que sí que ya tenía una conciencia y sabía todo lo que iba a sucederle. Pelea, no va a morir. Prefiere dar batalla. 
Ya casi treinta, le gritan al oído. Esta aturdida, desorientada.  -Hacía donde correr, qué bondi tomar- piensa. Atorada con palabras, con angustias, con sonrisas y esa mochila llena de besos que tuvo que enterrar en la casa que dejó. Esta mejor. Entiende que estaba equivocada, que nadie le había enseñado, que Manuel sigue ahí porque todos los caminos conducen a Roma  y a él. Nunca podrá desenamorarse, se pregunta. Le gusta sentir esa sensación, aprendió a conservarla. Pero eso es lindo. Porque el amor no se mercantiliza, el amor es entrega y si hay entrega no hay pacto ni titulo. Piensa. Piensa en su futuro cercano, en ella, en ella y en ella. Nadie más. 
El fluir de la conciencia a flor de piel, nada de esto sirve. uno de los tantos  trenes,  ya pasó, ya probó, ya no quiere volver atrás. Qué otras opciones existen? es buena para algo? se duerme pensando en todo. 
Hola que tal? venis siempre a este lugar? 
sí, vive mi mejor amigo aca. 
Ah, qué estudias?
Letras vos?
ah cuantos libros leiste?
keh? 
Sí cuantos leiste? 
no se... no llevó la cuenta, es importante? 
No se. Para hablar de algo.
Ya se! decime que opinas del gobierno?
y mira la década sakeada nos dejó....

(matenme ya)

No sabe qué hacer si estudiar si recibirse, si seguir adelante, tiene una heladera, una heladera familiar, para qué? Jugamos a algo? si a decir frases de los Simpson. Te gané. Déjame en paz. Me gusta estar aca, pero me aburro cuando pasa mucho tiempo, me gusta escucharte, me das otra chance. No se que hacer, me aconsejas? me acompañas? hasta que se agoten las baterías... 
Hoy se consoló pensando que todo va a estar bien, la vimos desde lejos dándose un abrazo al salir de su casa.


jueves, 11 de mayo de 2017

Tragarse las alas y salir corriendo.

Las paredes eran altas y blancas, había mucho vacío, mucho lugar, mucho espacio para encontrarse con él, y con la sombra de ella misma. Quiero tragarme esa letra, porque ocupa tu nombre, es difícil comer tantas E, aparecen por todas partes. Me siguen camino a la parada, alguien me gritó que tenga cuidado. La verdad ya estamos grandes, casi treinta, pero te dicen : "y no tenes hijos", y vos respondes: y no, pero pensas muchas cosas que no decis sino terminas en un monologo, porque viste que vos tenes que escuchar pero a vos nadie te escucha y mucho menos en la calle. Bueno cruzo de vereda y te choco,  ahí, mirando preocupado por aquello que no fue, o que si fue, o que paranoiqueaste. No se que decirte, te veo recontra lejos, ni la mano puedo tirarte. Pero caminamos porque en el fondo no quiero irme, entonces vamos charlando te miro de costadito, para que no sentir nada en el pechito, Cuando me siento y mis piernas cuelgan, no llegan al piso. Nunca llegan al piso, siempre estoy colgando de algun lado, o de alguien. Entonces veo un pedal, una pierna, una marca, y voy formándote lentamente. Porque quiero todo más despacito, porque me trago muchas palabras, porque me atoro, con eso que no me sale, porque siento el calor en las mejillas, cuando me miras fijo, y seguro de mis pupilas salen tortugas con carteles luminosos expresando mis pensamientos, si, porque yo todo lo pienso no lo siento. Hablar de vos y que  aparezcas por la vereda de en frente, decir tres veces tu nombre, mirándome al espejo, quedarme sorda. Nos acostamos, y me gusta tu hombro es acolchonadito, no se como acercarme, quiero pero tengo miedo. No quiero decirte, se que lo sabes todo, entonces como imagino que estas soñando otro sueño, te dejo respirar y aprovecho a escucharte. Ese nene tiene un ojo de halcón, no tiene padres pero tiene superpoderes. El otro día me puse tus ojos y salí a la calle, me asusté. Quiero tener el pelo así, no mejor de esta manera. Vos qué opinas? todo te da igual, estas pasando por el periodo más complicado de todos. No, te grito en silencio. Porque tenemos casi treinta, y no da perder el tiempo, ya no hay tiempo para histeriqueos, eso pasaba a los quince, te acordas? bueno ahora trabajamos o estudiamos, por qué entonces no es más simple, no llores conmigo, dejame que te haga feliz, a veces me siento una super heroína. Dale. 

miércoles, 19 de abril de 2017

¿qué es la lengua y para qué sirve?

Sirve para comunicarnos, conocernos, las palabras duelen, caen llenas de remordimiento y rechazos. Sí, ese rechazo social, que sólo algunos sentimos. 
En medio de muchos gritos, el silencio gritó aún más fuerte haciendo llorar a Micaela. Ella es bajita, con ojos claros, pelo castaño, tez dorada y sobre todo pobre. Pero cuando ese silencio invadió el aula, todos miraban hacia abajo, por eso gritan les dije. No quieren escucharse, porque todos sufrimos nadie en este mundo no sufre, bueno y Macri pensé, pero no lo dije. Kevin que tiene 11 años y me confesó que vive en un hogar, y no pudo salir el domingo porque era Pascua y ningún familiar fue a retirarlo, agrega "pero a mi me abandonaron, y no se porqué". Eso mismo me pregunto yo, todos los días, por qué el mundo es tan hostil, y por qué en lugar de dar amor a través de palabras, se gritan, se pegan, e insultan. Ante semejante intervención, Celeste quien juega al Hockey en un club del barrio de Ringuelet, acota que, profe: si yo los trato bien a ellos, van a pensar que gusto de ellos.  Mi cara creo que se desarmó, y pensé en muchas cosas que había leído, en mi hermana, en mi madre-padre, en Mía. Porque siempre esta ahí. Y hablamos sobre los tipos de amor, y que no había que ser tan primitivo. 
Ese silencio de la no lengua, la no palabra, decía mucho. Traía consigo mucho sufrimiento, Patricio y Tobías, también me contaron que viven en el hogar, y me regalaron un dibujo. Luego salí pensando en que mis palabras también habían sido una tormenta de piedras, arrojadas hacía ellos, hacía mí; levanté todos los escombros, y sigue habiendo Mia por todas partes, porque vos sufrís, y  porque me contas que esa piba no te da bola, y  es de burgués, y vos antes eras de mi equipo. Las cosas cambian, y el sufrimiento también, no importa si más o menos que cualquier persona.  
Entonces el aula estaba más gris que de costumbre, además de quemada, sucia y rota. Y en esa ausencia de palabra nos comunicamos. 
Sólo había que anotar diez cosas que les guste, luego elegir cuatro y escribir una historia, siendo vos el protagonista. ¿ para qué venimos a la escuela? para molestar, ¿qué es estudiar? copiar lo que vos decís. ¿cuáles son sus mayores sueños? ser policía. Hay que armar urgentemente una jornada de poesía, la poesía los debe salvar, ah no,  pero ¿ de qué? y cómo, si después son soñadores, y la misma sociedad te aplasta, a mi todos los días me aplasta, me aplasta cuando vivo más de 12 hs en el micro, cuando me duele la espalda, cuando camino 3 cuadras con los mandados y tengo miedo que se parta tablón, cuando llego y no hay nadie con un mate, y te pregunta cómo te fue, cuando ese bola me quiso mostrar su pito, pensando que yo iba a acceder, cuando escucho a una chica de 15 años, diciéndome que hay que pagar una matricula en la universidad para estudiar. Y recuerdo a los hippie con osde de la facu, militando en los barrios, "foto pal face", total ellos siguen siendo pobres. Nadie les contó nada, como puede ser que a sólo una hora del centro nadie sepa que la facu es pública. Pero sí sabemos quien es Calu Rivero y si le hizo o no un pete a Marcos Aguinis. Tampoco quiero convertirme en ESA bibliotecaria, no quiero ser tan fea. Quiero seguir a pesar de la marea. 

Espero que no lo haya aburrido amigo lector. Pero creí que iba a poder con todo, a veces me creo "el capitán américa".

martes, 21 de marzo de 2017

la casa se fue de ella

¿ por qué lucho tanto por sobrevivir? Pensó. Si me cuesta hasta subir este pequeño escalón, me genera miedo, y no me deja pensar. Le duele la espalda. Dejó atrás las veredas sucias, recogió, al llegar poemas como si fueran puchos, frases sueltas, experiencias nocturnas. Nada de esto sirve. Pensó. Tenía las pupilas llenas de sueños e imágenes, a donde van esos 4854056, 59 besos que regalaste. ¿Quién lleva esa cuenta al día? Para qué, si a nadie le importa, te duele la espalda, seguís mirando una espalda que compra el helado y te deja de sorprender, te desilusionas.
A ella, le sale por el oído izquierdo una idea. La anota, luego recuerda cuando vivían y anidaban las nubes, hasta que llega el tiempo y el todo el día. ¿Te diste cuenta a cuanta gente enterraste? El cielo se pone violeta, o magenta, o naranja, depende la hora, sin embargo, no le gusta mirar la tele por las tardes. Logan? Grita. No, su otro yo lucha porque no quiere, ya no le gusta. Antes era la lista
Quererte
Quererte
Quererte
Mirarte
Quererte
Conocerte
Estudiar
Después del aterrizaje fogoso del espanto del día a día
Trabajar
Estudiar
Comer
Pagar
Odiarte
No reconocerte
Acostumbrarte
Hoy:
Quererme
Quererte en silencio, porque ya fue, porque antes de vos, tenía que haber habido un esto. Porque ahora seríamos un nos, no un vos y yo, o tú y ella o el, no, no. Pero ya fue, no se puede pelear con lo ya dicho, ni volver atrás. Quien se pone ese traje, si es enorme, ni siquiera cabe en tu cabeza.

Ese escalón esta por derrumbarse. Y ella sigue buscando en la oscuridad, sin poder encontrarla. Podrá decirle adiós? No, porque aquí estamos, pálidos, aburridos, exhaustos, hartos, como carne podrida de sí misma. Yo tengo la mochila llena de vacíos. 

martes, 7 de marzo de 2017

Pensar como las maquinas.

La máquina de pensar en vos. Encendida a primera hora, cuando tomaba el café estaba recién calentando los primeros recuerdos, mezclados con el sueño de anoche. Una vez subida al colectivo, entrabas en el subconsciente de la máquina, a un nivel muy alto de irrealidad, no podías salir de ese gran laberinto de ideas, fantasías y recuerdos.
Si alguien te habla no entendes su lenguaje, sólo ves a alguien moviendo los músculos de la cara, la lengua, sus dientes y pensas  “fuma mucho este sujeto”, su dentadura está casi naranja, en su paleta izquierda se le forma una imagen, parece un conejo agachado, dudas. Y le inventas una historia, luego te preguntás donde habías quedado, esta ensoñación me gusta.
Tomas un recuerdo lindo y lo llenas de historias, todas las posibilidades juntas. Sonreís, a través del espejo, ese, donde el chofer observa a los pasajeros. Te ves sonriéndole a la nada, a algo que no existe. Lo ves por todas partes, en la bici roja, en ese auto sin ruedas, en los techos de las parroquias, en los temas en inglés, a veces caminando. Y cuando lo cruzas te sobresaltas, y decís “hace mil no te veo”. Él no tiene que saber que la maquina sigue encendida, el laberinto sigue rodeado de frustraciones.

En tus ojos se proyectan varias historias, las ocultas mirando hacia el costado. Se te escapa por las manos y las caderas que te gusta. Luchas. En sueños buscas la salida, queres encontrar la maquina y apagarla, luego recordas que sin la maquina te encontrarías sola, vacía. Caminas y encontras a un sujeto alto muy alto, tan alto que te duele el cuello de tanto mirarlo. Le crecen fideos en lugar de pelo, conversan. No recordas su rostro, porque no tenía uno.



Fragmento sin contexto. 

viernes, 17 de febrero de 2017

El infinito y vos.

Manuel hoy volvió a cine. Magali estaba contenta porque el merecía ese lugar, sin embargo, ella sabía que una parte de sí, se iría con él. Estaba preparada para aquello que se avecinaba, lo imaginó como una gran ola que se le caía encima. Aún no puede ver, pero sabe que todo será para el bien de ambos.

- No puedo acompañarte.- dijo.
- Creo que es una señal. - sonrió. 

Esas palabras fueron clavadas como un cuchillo, sabía que ya la había soltado, y había un nuevo mundo frente a sus ojos. 

El olor a vereda mojada, el olor a calor mojado; fue lo primero que sintió Magali cuando cerró la puerta de su casa y se dirigió sola y con un paraguas enorme a pasear. Quería sentir el olor a lluvia, no podía quedarse encerrada, una sensación extraña comenzó a recorrer su rostro. Vio un pájaro esconderse entre las ramas, y un gatito maullar en un balcón. Se vio a si misma parada en una esquina esperando, no quiere volverse un cliché. Tiene mucho miedo, ahora si puede presentir la gran soledad, y el devenir de lo invisible. 

Sueña con ser una gran escritora, pero las circunstancias nunca dejan que ella pueda llegar a logran un deseo, ayer soñó con andar en bicicleta, hoy sueña con ese chico que no tiene cara, que corre vestido de negro por el bosque, ella le grita, por qué, el sigue adelante. Cuando logra acercarse no tiene rostro, pero estp no le preocupa, ella quiere saber porqué. Y escribe: 

"Lo mira, lo toca, le toca el pelo, le dice que es lindo. Lo mira de nuevo, se sonroja, hablan, se ríen. Van en bici se pierden, se besan, pero miran tele. Se abrazan, él la vuelve a besar, es lindo. Le muestra la cicatriz y es linda también. Van a la cama, miran dibujitos. Se tocan. se huelen, se miran se besan. Se conocen. Todo vuelve a ser como antes. Duermen mucho, llueve, se ríen, No quiere desayunar prefiere irse. "

Cierra su cuaderno, prefiere contemplar el paisaje. No puede dejar de fantasear, de recordar. Seguir siendo la no elegida, la que sobra, la echada, la no aceptada, aunque parezca lo contrario...

Sin embargo, Manuel sigue esperando que le den un ok, esta pensativo, sentado junto a la cocina. No sabe qué decirle, cómo empezar una conversación sin quedar como un pesado; por qué siempre piensa esas cosas? Magali lo mal acostumbró, son el uno para el otro, pero ella sobra en su vida, ya no encaja. Y ella fantasea. Van y vienen, van y vienen, pero no sabemos si esos escombros son capaces de soportar más tormentas. 


jueves, 9 de febrero de 2017

La Maquina y yo

La habitación era pequeña el calor de la madera hacía que la niña transpire. Pero ella no sentía el fuego en su cuerpo, sólo era una niña entretenida con la tele. Tenía un cabello enrulado color castaño, ojos pequeños y sonrisa enorme. Se le había caído un diente y esperaba con ansias el sobre con dinero que le dejaban debajo del almohadón. Siempre supo que era su abuela quien lo dejaba a escondidas cuando ella aún dormía, sin embargo, no quería decirles que sabía la verdad. Le gustaba fantasear, y creer que un ratón era quien cruzaba la ciudad, el desierto, y los mares para dejarle en un sobre un billete de dos pesos, o unas monedas. Se lo imaginaba como la película de Faivel.
Paulina no quería ir a la escuela, su madre no la escuchaba. No le prestaba atención a su expresión de temor, sólo le repetía que sería una ignorante sin futuro. Ella era una niña poco sociable vivía imaginando cosas, muchos de sus compañeros se burlaban de ella porque la encontraron hablando sola. Ella gritaba que no estaba sola, sino que era Te quien la acompañaba. La maestra no le dio importancia hasta que un día encontró a Paulina escondida en el baño llorando. Su madre la amenazó con sacarle la tele si no dejaba de pelearse con sus compañeritos. Todas las tardes hasta pasada la media noche, ella se desvelaba mirando la programación y películas de todo tipo. Le gustaba estar sola, su madre dormía a lo lejos en una cama enorme, ella sentada en su pequeña cama tenía los ojos como dos huevos fritos, hasta que el televisor, largara lluvia por la pantalla.
Comenzó a dibujar a su amigo, era rubio, alto, podía convertirse en un líquido caliente, y del dedo le salía un cuchillo. El la defendía de sus agresores, ella viajaba con él en su camión, y cuando la molestaban los pisaba, luego largaban juntos una carcajada. Le había enseñado a hablar, le leía sus libros y le contaba historias donde siempre ganaban los malos. Nadie la entendía. un día en el patio del colegio, ella conversaba con Martín.
-          Me gustan los malos, pero ….¿por qué ellos siempre pierden?
-          Porque tiene que triunfar el bien y los malos apestan.
-          Eso es mentira- ella gritó.
-          Sí, porque siempre en las películas el malo muere, o lo encierran.
-          Odio eso.

El la empujó. Cayó de espalda al suelo verde del colegio, todos a su alrededor rieron. Ella quedó sola, mirando hacia abajo. Te, quien estaba allí, se acercó para darle la mano, ella le suplicó que golpeara a Martín. Él le sonrió como pudo. Esa tarde para levantarle el ánimo llevó a pasear a Paulina en su moto, ella sonreía y el viento le revolvía el pelo hacia atrás, tomaron la merienda juntos. Luego, se acercaron a la casa de Martín, y él le mostró como de su dedo podía salir un cuchillo y clavárselo en la cara. Nunca más la molestó. Se sentía protegida, le contaba sus secretos, y era el único que podía comprenderla. Así fue eliminando a todos sus agresores, y obstáculos en su camino. 
Ella lo amaba, lo había creado, era su mejor amigo, su protector. Sin embargo, había que dejarlo ir, porque su misión había terminado. Ella tenía que seguir su camino sola, entonces, lo llevó lejos, fueron juntos en el camión, se tomaron de las manos y saltaron juntos. 

Paulina despertó de una larga ensoñación había entendido que la fantasía no ayudaba en su relación con el mundo, Te, había muerto, ella lo mató y luego volvió a prender la tele...

martes, 24 de enero de 2017

El Verdugo

El verdugo de ella, el  colo, el gavilán, el viejo, el amor,  ese era el nuevo hombre de mi madre. Él la ató a ella porque sospechaba que le gustaban todos. 
Mi padre no pudo con ella, era demasiado salvaje. Tenía mucho calor en su cuerpo y amor para entregar. El colo, el verdugo,  su amor,  fumaba cigarrillos marca “colorado” un paquete rojo; mi madre cuando encontraba un paquete vacío armaba con las letras “colo te amo” y se lo dejaba en la tabla que sobresalía cerca de su cama. Cuando llegaba de trabajar en el campo, lo encontraba e iba a tocarle el culo, sus manos eran como serpientes sobre el cuerpo de mi madre. Sus ojos comenzaban a cambiarle de color. Ella decía “están las nenas”.  No le importaba. Terminaban en la cama  y nosotras a fuera.
Una vez le dolía  tanto un diente que se lo arrancó con un cuchillo. Salía por su boca y colgaba de su bigote un pequeño líquido amarillo. Yo no quise seguir mirando. Comía sus propios chorizos, es decir, elaborados por él, y nosotras,  grasa de cerdo; y cuando discutían, él le reprochaba que se había hecho “la cusca”, eso era algo que le molestaba porque sino para que la tenía.
Tomaba vino en su vaso de lata y nunca la dejo salir sola. Si se enfermaba la llevaba a Doña María una bruja de Berisso. Nunca nos dejo entrar a su casa. Yo sentía mucha curiosidad. 
Era un personaje muy desagradable en el campo los vecinos le tenían miedo. El vestía una camisa a cuadritos celeste y blanca, una bombacha de campo color verde, alpargatas y una boina roja. Siempre con su cuchillo en la cintura o la escopeta cerca. Muchas veces me pregunté que le vió mi madre, en ese momento pensé en la soledad del ser humano y la desesperación de no querer estar solo.
Nos encerró en su círculo, en su casilla en un sitio alejado de todos nuestros conocidos, mis cumpleaños, mis navidades dejaron de existir,  él se había encargado de sacarnos la diversión y convertirnos en sus peones, esclavas, bestias sin afecto. 
Mi madre se dedicó a entregarle su vida, le dio hijos, y nos ignoró por completo. Ella no sabe nada sobre mí. Nunca le importé. 
Algunos pensarán que es una víctima del sistema capitalista y machista. Pero no, ella sabe bien lo que hace, y lo que quiere. Hoy el verdugo, está internado con cáncer terminal; mis amigos me comentaban “es el Karma”, es cierto, sin embargo,  en ese momento no sentí nada, simplemente es un ser humano más del montón, que  está muriendo. A mi cabeza vinieron todos los recuerdos del lugar, los olores, la sensación a mugre, el gusto a comida de la basura, la vista llana del campo, el calor del sol al medio día, los perros ladrando, el colectivo a quince cuadras, la escuela, el frío, la ropa regalada, el llanto por las noches.  Hace años que me fui, armé otro camino, los fantasmas igualmente me persiguen, fueron muchos años de convivir en un espacio hostil. Y lo que sucedió y me hizo la muerte no lo cambia. 
Por otro lado, mi madre no era una victima, hoy ya decidió irse de su lado, sólo lo usó cuando él era joven. Mi madre es la condesa que exprime a hombres para vivir de ellos, le gusta encajar en el papel de victima, porque desde ahí consigue lo que quiere. 
Finalmente lo dejó y fue en busca de otro, de otra aventura, porque siempre habrá alguien que se sienta solo y quiera algo de compañía... 

martes, 17 de enero de 2017

Negociar en tiempos de neoliberalismo

Manuel también tenía sus problemas. Se le escapaban por los poros de su rostro,  en algún gesto, en una canción, en las manos. Sin embargo Magali lo notaba, lo conoce perfectamente, a ella no la engaña. El es un personaje particular, algo tímido, muy fantasioso, le gusta imaginar historias, jugar apuestas inocentes, él siempre pide Helado a cambio, nunca algo más allá, algo que se la juegue y demuestre un interés. Tiene miedo, mucho miedo a ser rechazado, aunque sea lindo; aunque Magali le diga que es importante para ella, lo que pasa que eso ya no le alcanza. O no le importa. 
Se ven, se miran y se ocultan cosas, ella rompe el silencio como siempre, le cuenta todo, bah todo no. Bueno él, la trata mal, le dice "esto que esta todo feo escrito es por tu culpa, porque me hablas, yo estaba bien solo"; ella se ríe, no quiere llorar más delante de él, esta cansada, negocia todo el tiempo. Se dirige al baño, piensa mucho, en qué refugiarse, aquel chico quedo atrás, sólo fueron unos besos, unas ilusiones, unas ganas de conocer, una ganas de aventura sana, unas ganas de ser otra frente a un otro, unas posibilidades. Hoy, ella vio la foto de su verdugo, antes le deseaba la muerte, hoy ella,  lo ve morirse y siente algo extraño en el pecho, piensa en su muerte, en el sufrimiento, en sus hermanas, en su madre, en Mia, más que nada en Mia. Más muerte que eso, más no puede pasar. 
Manuel sigue con algunas falencias en su personalidad, se enoja fácilmente, no le tiene paciencia, pero no entiende que Magali es el colchón de todo, no lo ve, por eso ella le dice "Necesito que tengas una chica así te das cuenta cuan mala y buena soy". Capaz hasta sufrís un poco y salís de tu clase burguesa aburrida. Porque ella es como el Gran Gatsby quedó a medio camino, no pertenece a ninguna parte: ni acá ni allá. Porque sufrió demasiado y la clase media quiere hacerlo, y no esta dispuesta a pasar un buen rato con ella, en cambio la clase baja no tiene tantas convicciones o ambiciones para que con ella puedan congeniar. Entonces Manuel, la pierde camino a su casa, pero no se da cuenta. Sin embargo, Ella lo nota, pero no quiere soltarle la mano porque él va a sufrir mucho. Mientras ella ve que es la piedra en el zapato de otros, sigue pensando. Y actuando con cautela y más miedo. 

lunes, 9 de enero de 2017

Una lluvia pulveriza tu mirada.

La filosofía antigua habla sobre el orden del cosmos, supuestamente algo debe ordenarse. Siempre el lector imagina el universo, planetas, estrellas, soles, galaxias. Magalí pensó en su vida.
Los detalles de la nueva vida de Magalí se pueden observar en que finalmente puede estar con ella misma, sin salir corriendo. La gata volvió a quererla, le chupa el costado izquierdo, de ahí sale el amor a tirones, porque ella le deja la marca de las uñas. Magali soporta todo por amor; la pc apoyada en el escritorio, escupe  la voz del locutor y la de un científico. A ella le llama la atención que hable de los tres cerebros del ser humano. Queda en silencio, y escucha “tres cerebros: corazón, cerebro, y estomago.” Tuvo una mezcla de nostalgia y goce, que no sabría explicar, nunca encuentra palabras. Con Manuel las cosas marchaban bien tenían proyectos juntos, se apoyaban mutuamente, se necesitaban, se querían y odiaban. Ya no se soñaban como antes, pero sentían el gran silencio de la costumbre a su alrededor, a veces hasta incomodo.  Manuel a pesar de su edad, era un niño, y Magalí muchas veces veía esto y no quería soltarle la mano. Cuando lo conoció sintió mariposas en el estomago, no quería comer, sólo entrar dentro suyo, en su cabeza, ver con sus ojos, una vez le comentó “¿viste que jamás vas a mirar con mis ojos, nunca vas a poder ver lo que yo veo” “me asustas”, respondió ella. El la abrazaba, era la cama enorme, y ellos dos el mundo.
Magalí estaba en la fiesta contemplando la situación debía actuar de manera natural, era el cumpleaños de su mejor amigo, y no podía fallarle. Cuando llega había algunos sujetos desparramados por la casa, tirados al azar, porque ella no los conocía en persona. Conocía sus historias a medias, porque su amigo siempre le hablaba de ellos. Comienza a charlar, se arma una especie de ronda, le incomodan las rondas, los juegos de mesa, la charla silenciosa. Prefiere la soledad, aunque por la noche se intensifique y le tenga miedo a la oscuridad, sueña que alguien la rescata, luego se ríe, porque lee demasiado. Vive intensamente, le gustó ese chico, no aquel, ese. ¿Por qué? Porque el cosmo ordeno, que se parezca a su primer novio, y al último.
-          ¿ me ayudas?
-          Sí, estoy para eso.
-          ¿para qué?
-          No se, me puse nervioso.
-          Vamos a sentarnos allá a charlar?
-          Bueno. Me estaba durmiendo
-          Si te vi, aparte quería conocerte… bah que se yo, charlar con alguien y algo profundo, no superficial. Me duele la cabeza.
-          Chicos, puedo venir aca con ustedes?
-          No. Anda a buscar a Pedro… debe estar allá, andá.!
-          Te gustan los Simpson?
-          No me acuerdo tanto como vos los diálogos, tenes mucha memoria
-          si Manuel escuchara esto se reiría en mi cara…No, nada que ver , no me conocés.
-          Queres que traiga comida y bebemos algo?
-          Bueno, pero no me quiero sentir un participio
-          Un que?
-          Nada, alguien servida..
-          Participio significa servida
-          (se rien) No. Ya fue, ahora no estoy muy ebría.
-          Y eso seguro es de los Simpson y yo no lo recuerdo, es que consumo mucha cocaína, ah
-          Bueno yo consumo nafta, ah era un auto.
-          Son un auto muy lindo, bah linda, bueno eso.
-          Trabajas?
-          Te pusiste incomoda?
-          No, soy así de idiota.
-          Vamos a la cocina con la gente?
-          Bueno.
-          Me llevas? Pero por ahí no, creo que estas perdido…
-          Te gusta el anime, no se que es, te gusta la ciencia ficción
-          Si, qué tipo? Dick?
-          No se que es,
-          ah algún dia te cuento.
-          Queres que nos juntemos a ver algo.
-          Creo que me gustas un poco,
-           si vos también.
-          (…..)

Manuel me siento mal, por favor hablemos.
 “amarte es esto: una palabra que esta por decir, un arbolito sin hojas, que da sombra."

Una especie de presentación.

“No hay una construcción posible en soledad” Mi nombre es ayito y soy disca. O, técnicamente hablando persona con discapacidad. ...