miércoles, 28 de diciembre de 2016
jueves, 15 de diciembre de 2016
El balance
¿Qué
es el silencio? Magali se encuentra cansada, llega a su
casa y no sabe cómo hacer para dejar de pensar. Sin embargo, recuerda que debe escribir
su balance del año. Esto la tiene a mal traer, no quiere hacerlo, no le gusta
escribir sobre el año, siempre le pareció ridículo. Habló de esto con su amigo
Pedro, pero no quedó en nada. Escapó
durante estos días, primero el trabajo, luego la facu, pero ya se agotaron las
excusas. Se sienta en su escritorio, la hoja en blanco al igual que su mente.
Cierra los ojos, y en su cabeza comienza
a dibujarse un árbol con muchas ramas de colores, en cada una de ellas se encuentran los recuerdos del año. Todo aparece desordenado, no sabe por dónde comenzar. El
lujo es vulgaridad dijo y me conquistó, resuena en su cabeza…
¿Al terminar el año dejamos a un otro detrás o simplemente es simbólico?
Este año me gustaría dejar atrás a esa Magali, me gustaría comenzar el nuevo
año siendo otra. Pero ¿qué es lo que debo dejar atrás? Nadie me indica lo bueno
y lo malo, siempre soy yo la que debe darse cuenta sola. Manuel el otro día me
dijo finalmente que me dejó porque odia que hable tanto, lo cansé, cómo cansé a
mi madre, y a tantos amigos que perdí en el camino. Bueno ahora bien, porqué
nadie me dijo que estaba molestando y yo bajaba un cambio.
No mejor así no, piensa Magali. Pero cómo? Bueno, para mí el año terminó
cuando me dejaste de querer, cuando me convertí en un recuerdo y no en eso que
tanto te gustaba encontrar. En ese momento dejé de ser eso que era, y el año
terminó.
Si esto lo piensa de manera simbólica, la nueva Magali tiene nuevos amigos;
una psicóloga que le ordena escribir un balance; una carrera al día a pesar del golpe, es
decir, rindió cuatro finales, cursó y terminó con un trabajó que por primera vez tuvo de manera responsable.
Consiguió un espacio donde dormir, aún no se siente parte pero cree que con el
nuevo año que se viene puede mejorar. No perdió nada, y que la hayan soltado hizo
que gane confianza en ella, y la relación con Manuel mejoró, a pesar de qué a
él ya no le genere lo mismo estar con ella. Punto a seguir tratando.
El volver a nacer podría tomarse.... Pero Magali sigue tarareando la canción Quiere,
si quiere más
ya no la engatuzás… no quiere volver a llorar.
ya no la engatuzás… no quiere volver a llorar.
miércoles, 7 de diciembre de 2016
No te aferres a algo que ya no es.
Magali se encuentra en su habitación escuchando algo de música y organizando sus cosas. Éste espacio es pequeño, en el se encuentra una mesa muy grande con libros, fotocopias, los dibujos, los lapices de colores y de dibujo que Manuel una vez le regaló para su cumpleaños." no quiero ni pensar si un día me faltas tu, no quiero ni pensarlo amor." Una cama sin hacer, la valija debajo de la mesa abierta como una boca que escupe ropa de todos colores y que no quiere tragar. Magalí cantaba la canción mientras intentaba ordenar su espacio, por momentos queda paralizada, las letras de las canciones le llegan a lo profundo de su corazón: Pídeme la vida y te demostraré, cuánto yo te quise y cuánto te amaré. En ese momento tocan timbre y era Pedro, su mejor amigo, quien llega a su casa para insistirle en ir a una fiesta.
-¿qué una fiesta? grita Magali
- Si, dale dejá de estar tan triste, ya me aburris,
Ella larga una carcajada seca, y luego respode: - dejame vivir mi duelo en paz. No quiero ir a una fiesta, hace mucho tiempo que no voy a una, y la verdad me deprimo aún más. Qué busco con ir? divertirme? Sinceramente ahí no encontraré nada que solucione mi estado de animo...
- Entonces haceme la segunda con la loca que me gusta, vos siempre caes bien, y estas regia mirate.
- ah jodeme, boludo. Regia yo? Hace un rato casi me largo a llorar escuchando una cumbia, y queres que vaya a pasar un papelón en una multitud desconocida.
Pedro la abraza porque sabe que ella intenta sacar lo mejor de la situación pero la esta pasando mal, es muy emocional y su amigo la conoce perfectamente.
- y qué onda Manuel? supiste algo ?
- No. - Magali se queda en silencio, y retoma. - Bah, me enteré que le gusta alguien, no se, no quiero hablar, porque todo este tiempo creí que eramos el uno para el otro, nunca dudé. Era el re chabón, y yo ...
- Bueno, basta de joder y vamos a dar una vuelta. Y vemos si entramos en la fiesta, una birrta, un meneo y nos volvemos.
Llegan a la fiesta tomados del brazo, Magali llevaba puesto un vestido color bordo, y sus zapatillas negras. Odiaba pensar cuanta ropa ponerse y arreglarse, siempre fue de crear su propio estilo. La famosa fiesta era en un departamento, este tenía un patio donde habían ubicado los parlantes, una mesa, en ella la pc y muchas botellas de todo tipo de alcohol. Se escuchaba de fondo Los Redondos, y Pedro la mira y dice "te prometo que voy a pedir una cumbia así meneas que estas regia hoy". Ella se sonríe y quiere salir corriendo de ese lugar, pero intenta calmarse y disfrutar un poco. Se mezclan en la multitud, ingresan al departamento y encuentran un grupo de chicas tiradas en un sillón besándose, parecían estar muy entretenidas. Al otro lado del lugar estaba un chico sentado mirando el espectáculo, no se dio cuenta cuando Magali se chocó con él. Ella buscaba un lugar para sentarse un rato a pensar, porque vive en sus fantasías, cavilaciones, y recuerdos. Pedro por otro lado quería fernet, y revolvía la heladera del dueño del lugar.
- Che, Maga mirá lo que encontré. - señalando una botella de wisky- parece de los buenos.
- Llena el vaso- dice Magali- y Vení a sentarte aca.
- Nah, vamos a fuera, sino es como estar en tu cueva. Dale.
Pedro se dirige a la puerta con el vaso y la botella en la mano, Magali queda unos segundos sin reaccionar, el espectáculo de la vida sigue pasando delante de sus ojos. Ella se asquea de la situación y recuerda a Manuel, y algunos de sus chistes. Siente entre melancolía y alegría. En ese momento no sabe bien hacía donde ir, que hacer, gritar, llorar, reír, bailar.
- Vamos?
- Estas loca Maga, aguantá toma esto y cambia esa cara de naba.
- Buenas, que tal chicos ustedes son de Bellas artes? - Pregunta un chico alto, con una remera negra y la estampa del fleco de Lynch. Jean gastado y zapatillas negras.
- No, nada que ver amigo- responde Pedro.
- Ah fue, me quedo con ustedes, mis amigos no los encuentro. Vos cómo te llamas? que lindo tu vestido, querés mi birrita?
- Son muchas cosas juntas, aguanta- Dice Magali seria y seca.
- Qué lindo carácter, loca. - Responde el muchacho, con una fuerte sonrisa- escuchá ese tema, dale es buenisimo.
Comienzan a bailar en ronda, Magali se siente distendida, las fiestas con Manuel eran otra cosa, se reían y se tenían el uno al otro... ¿podré olvidarte? o me acordaré toda la vida de vos... oh no! ¿cómo podría amarte con tanta melancolía? ....
martes, 6 de diciembre de 2016
Hay que aprender a pasar el invierno.
Otro capitulo de la novela en proceso.
De
aquellos primeros años, recuerdo más bien poco, ella pensó. Son como sensaciones, imágenes borrosas, pero recuerdo perfectamente la última vez que corrí, ese día le gané una carrera a mi hermana Belén; y sentí el
viento caliente de enero en la piel, el aire raspando mi garganta, las piernas
en el aire, como si estuviera volando.

Luego habló de las primeras visitas al hospital y el diagnostico “Un tumor adherido al fémur”;
pensaron en amputarme la pierna, pero en oncología se opusieron. Mamá me dijo: es como un bichito, mientras lloraba y Leyes me miraba con expresión de dolor. No quiso verbalizar todo, porque no quiere llorar en público.
"Ingresé a la sala llorando, no quería que Carlitos se fuera. A mi izquierda recuerdo a una niña de mi edad, que se dormía con la
cabeza colgando. Era la única forma en la que no sentía
dolor; dormía con sus enormes ojos verdes abiertos, como si te observara desde
los sueños. Recuerdo que, como mis venas rechazaban el líquido demasiado
espeso, debieron ponerme un catéter en el pecho, sobre mi tetilla derecha; con
una aguja que parecía una mariposa negra, me inyectaban los químicos.En aquellos días las mariposas dejaron de ser amarillas o rojas. También
recuerdo a Ale, un enfermero que me sacaba sangre y me cargaba por mi "gordura". Si apenas podía comer en esas épocas, a causa de las drogas, de la quimio. Mi cuerpo se estaba acomodando a otra vida, a otro hábitat. Era un coctel
explosivo. La panza me dolía durante varios días. La cabeza me estallaba, y sólo quería dormir con la palangana cerca. Tres días y me llevaban a casa, y cuando me calmaba, y me sentía mejor, debían
aplicarme otra sesión. Fueron meses largos."
Recuerda que tuvieron que extraerle médula; le clavaron una aguja con forma de mosquito
y gruesa como una lapicera, en la parte baja de la espalda. Para hacerlo la sostuvieron entre cuatro enfermeros. Sus gritos se escucharon en todo el piso,
no podían mantenerla quieta. Sentía una puntada extrema, un suplicio agudo
localizado en un punto específico. Rosana, su madre, lloraba en silencio, observando la
escena mientras la sacaban de la habitación. La protagonista, la niña, le pedía que la dejaran ir a su casa, lo gritaba con los ojos llenos de lagrimas dura. Cuando salio no podía apoyar la pierna, recuerdo que fue la primera vez que no caminó "normal", tuvo que tomar el brazo de su madre.
"Aún hoy, si alguien me toca en ese lugar, me viene a la mente el recuerdo claro, nítido, vivido, de ese momento."
lunes, 5 de diciembre de 2016
the true
Cómo
superar en cinco pasos una relación; pros y contras del fin de una relación;
horóscopo de la luna, consejos para
tener un buen orgasmo.
Paso
2:
Al salir de su casa de un portazo, descargue su ira. Tiene la opción de gritar o
patear basureros en la vereda.
Paso
3:
Corra en dirección contraria a su rutina diaria, y esto se lo digo, porque la
rutina conforma a una relación y lo que acaba de pasar, ha roto su rutina. Disculpe
que se lo diga de esta manera. No, espere no me quiera revolear ese plato a mí…
Paso
4:
Vuelva a su casa, diríjase a su habitación. Recuéstese en posición fetal y llore
por las rodillas, los labios, los ojos, el alma; es decir llore a lágrima viva
hasta que quede seca y con dolor de cabeza.
Paso
5:
Luego de una siesta infundida por el clonazepam, por favor dúchese. Luego
respire profundo y en tres días estará como nueva, lista para enfrentar otra
crisis, hasta que el ser amado finalmente ingrese en las profundidades del río del olvido y se
convierta sólo en un recuerdo…
Eran algunos de los
títulos de la revista que Magali ojeaba mientras esperaba su turno en la
peluquería. Le llamó mucho la atención, porque aún no había llorado tan fuerte
y no había roto ningún plato. De Manuel no tenía noticias; y sólo habían pasado
tres días. Igualmente, para ella aparecía en todos lados, mirando una serie, en
un chiste de los Simpson, en otro de Seinfield, en las revistas que ojeaba, en la calle, en su
ojo. Reflexionar estas cosas la llevó a un letargo de unos minutos y sintió una
puntada en el pecho, creo que esta revista me está afectando, pensó.
- -Magali, es tu turno. Pasa por aquí por
favor. Dijo la peluquera.
Al regresar a su casa
Magali, reordena sus cosas, odia la
casa. Está llena de cucarachas y arañas, siempre las está matando pero vuelven.
La cocina perfectamente ordenada la encuentra vacía, no sabe para qué aprendió
tanto sobre qué le gusta comer a Manuel, cómo preparar sus milanesas con papas
fritas, cómo saber qué tipo de café toma. Un montón de datos que ahora ya no le sirven
para nada. Agobiada de pensar tanto sin ir a ningún lado con estas
cavilaciones, se sienta delante de la computadora, ingresa a Facebuk, en ese
momento lee algunas cosas del inicio todo le parece banal, no lo encuentra
divertido. Enciende la tele, a lo lejos se escucha la voz de Mirtha Legrand, se
ríe muy fuerte de los invitados: el Pepo de los jedes y Mirtha, ahora es posible
que todos estemos unidos, piensa. Devuelve su mirada a la pc, se da cuenta que
extraña mucho a Manuel, que quiere saber qué estará haciendo. Entra a su perfil
no posteo nada hace días, no me escribe desde aquel día. Queda en silencio un
rato con la mirada clavada en la nada. Cierra face, y se da cuenta que el
facebuk de Manuel está abierto; las manos le comienzan a temblar, la curiosidad
puede más que su dolor, porque sabe que la verdad duele. Ingresa al chat, lo
revisa como si fuera un detective, entra en un frenesí porque no puede parar de
leer el chat con una chica, una chica de su trabajo, aquella chica que Magali
alguna vez cruzó, que alguna vez habló,
no entiende nada, los ojos se le llenan de lagrimas, el pecho con un dolor
agudo. Hasta que encuentra finalmente algo que la tomó aún más por sorpresa. Una
carta dirigida a esta nueva mujer. La curiosidad no la deja pensar, el dolor no
la deja pensar y abre el archivo, lo lee rápidamente sigue temblando, cuando
termina de leer cierra todo y recuerda los pasos a seguir de aquella revista
banal. No sabe seguir pasos, comienza por llorar tirada en el piso, luego
revolea su celular, luego un vaso el cual se estalla en la pared y los
pedacitos de vidrio caen al suelo, como su relación. Pedazos de historias se le
caen por el bolsillo del pantalón, datos: como su cumpleaños, las fotos, los
viajes, el proyecto de vivir para siempre. La gata. En su cerebro sólo resonaba una frase que leyó en esa cruel y
hermosa carta: sos para mi tan importante
como lo fue Magali…
Paso
6:
no se ponga los anteojos, la realidad puede ser cruel, sólo llore en silencio y
viva la mentira de todos estos años.
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Una especie de presentación.
“No hay una construcción posible en soledad” Mi nombre es ayito y soy disca. O, técnicamente hablando persona con discapacidad. ...

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Te compré un regalo, escribe Manuel en el wasap. Trabajó, almorzó y pensó en hacer un buen gesto, por qué no lo sabremos jamás. Sin embar...
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Bueno, después de llorar, como una estúpida, sino me da cáncer otra vez. Les quiero contar que fui discriminada por ser renga, disca...